EL
BAILE SURGIÓ EN EL MUNDO COMO UNA TÉCNICA DE MEDITACIÓN
El baile inicial no era el
baile: este debía alcanzar un éxtasis en donde el bailarín desaparecía y sólo
quedaba el baile, sin ego, nadie manipulando, el cuerpo fluyendo
espontáneamente. No es necesario hallar ninguna otra meditación. El baile
mismo se convierte en meditación si el bailarín desaparece. Todo el punto
consiste en cómo hacerse desaparecer.
Cómo o dónde lo logres no
tiene importancia, simplemente desaparece. El baile es una de las cosas más
bellas que pueden sucederle al hombre. Así que no debemos imaginar la
meditación como algo separado. Esta es necesaria como algo separado para
aquellos que no tienen energía creativa profunda; su energía no tiene dirección
como para que puedan involucrarse tan profundamente como para esfumarse.
Pero un bailarín, un pintor,
un escultor no necesitan tener ninguna otra meditación. Todo lo que
necesitan es hacer que su dimensión se vuelva tan profundamente penetrante, que
alcance un punto de trascendencia y no hay nada como el baile.
En esta meditación podrías
bailar el ritmo que quieras, el que más te guste y te haga sentir mejor. La
música es un pulso estimulante para todos los nervios del cuerpo;
de esta manera, los sensibiliza y se crea la comunicación entre usted y
su interior. Además es un tiempo que puedes liberar toda la tensión, haciendo
algo divertido y es una meditación innovadora y diferente.
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